Edén.
Es un cortauñas normal, plateado. Tiene un huequito en la punta de atrĂĄs, seguramente todos los cortauñas lo tienen, debe ser para amarrarlo a otra cosa y no perderlo Âżal llavero? De pronto a la bolsita de cosas para viajar. Yo lo llevo en una bolsita junto a una crema, el peinador de cejas, el bloqueador, curitas, hebillas y el neurexan, para los nervios. Tiene una forma muy extraterrestre, como una nave nodriza. No hay nada en su geometrĂa que sea inconveniente, que no tenga propĂłsito, aunque no necesita tener propĂłsito para ser perfecto. Cada uno de sus lados es completo por sĂ sĂłlo, la parte de abajo es la parte de abajo, no pretende ser nada mĂĄs. En la mitad vive el gachito para sacar mugre de las uñas, alguien una vez me dijo que es la parte mĂĄs importante del cortauñas. Arriba estĂĄ la placa que se gira sobre un eje para hacer palanca y cortar, cortar uñas. Que bonito. Es un objeto que llegĂł a su fin, que ya no va a evolucionar, no necesita mejorar, es todo lo que alguna vez podrĂa llegar a ser, cualquier intento de mejorar el cortauñas es un acto egoĂsta del humano, eso es muy feo. No necesita color, el plateado es el aspecto mĂĄs llamativo que la naturaleza puede brindar, refleja la luz, es metal.
Sur formas son simples y muy modernas. Aun cuando es un objeto que quita, que rompe y corta, sigue siendo delicado y grĂĄcil. QuĂ© actividad tan noble que la de cortarse las uñas, cortarse las uñas con un cortauñas. Me retracto cuando dije que tiene una forma muy extraterrestre, no, eso es una observaciĂłn sin cuidado, en realidad tiene una forma muy humana, para los dedos de una persona humana. De pronto lo Ășnico reprochable del cortauñas es que se escriba âcorta – espacio – uñasâ el cortauñas no son dos (corta (1) + uñas (1) = 2) el cortauñas es uno ( cortauñas = 1), igual eso no le concierne al cortauñas, eso es un problema del lenguaje, de las palabras, es un problema humano y no de objetos.
Este que tengo en frente tiene grabado en la placa de arriba que se gira para hacer palanca la palabra âEdenâ sin tilde. De pronto es un nombre propio que no lleva tilde âHola, Edenâ pero no creo, yo en cambio pienso que es EdĂ©n con tilde, y habla del lugar donde Dios puso al hombre hecho de barro. Si hay algo que agregarle al cortauñas es la palabra EdĂ©n (con tilde), donde viviĂł el primer hombre, que, aunque de barro, tenĂa uñas.
Sacado del ejercico âdescribirâ de la clase de Escritura Experimental
MarĂa Antonia Plata