Enviado por Arturito Panini
Viaje al fin del tedio insoportable un martes a las 3 y media de la tarde
Todos saben de lo que hablo
Nos habremos sentado, casualmente
Prudentes, pero aun asà malignos en el silencio:
En la silla roja de plástico magro
SÃ, incluso en el suelo con desdicha insuperable:
Y en la silla azul, mirando por la ventana
A Las Cosas Esas y a los transeúntes a priori deshechos
Fingiendo no ver a la portadora de nadie nunca:
Y otra desdicha andante con el yeso en el brazo derecho
Agarrando con el otro el insolente poste amarillo
Como quien no quiere ser deslizado directo hacia La Nada nunca:
CobardÃa cubierta, pues a veces toca y a veces no toca:
Y la petulante gabardina, inmedible corbata,
Infinita bufanda, agarrando la maleta mugrienta siempre:
Dos se montan y se reconocen, pelo liso y rizado,
Se saludan y sin embargo Hoy hace, amigo mÃo, un dÃa formidable
Y otro se monta y dice La verdad sea dicha
Las cosas están fatales últimamente y su nariz es una zanahoria
Y uno mira por la ventana pensando Cuándo será mi turno
Y se habla y se escucha, se ignora y se olvida
Y como quien no quiere ser lanzado a través de aquello que mira:
Pensando en secreto, mordiéndose la lengua salvaje
Ojalá otro hueco lo parta, ojalá se parta, ojalá se pudra…